Centro de 41 residentes, con zonas comunes grandes, su decoración es antigua poco cuidada, aunque los espacios son amplios para el número de residentes. Las habitaciones individuales o dobles con el baño dentro. La cocina es casera con 2 platos a elegir. Hay abundantes actividades tanto de mantenimiento físico como lúdicas. Su punto fuerte es el trato humano, cercano y familiar. Es un centro libre de sujeciones. La atención fue buena y detallada.