Viviendas colaborativas

El concepto de viviendas colaborativas para seniors, también conocido como senior cohousing, nació en los años 70 en Dinamarca. Esta idea se popularizó por la necesidad de la gente mayor de 60 años de encontrar una alternativa a las pocas opciones residenciales existentes. Actualmente, en España se oye y se lee cada vez más sobre este concepto.

En la mayoría de los casos es por iniciativa propia de un grupo determinado de personas que quieren envejecer juntos y decidir todos los aspectos de su futura vida.

Las viviendas colaborativas para seniors tienen varias características, pero ante todo, se basan en un régimen participativo; las personas deciden dónde, cómo y con quién quieren vivir. Por lo tanto, están desde el inicio del proyecto. Eligen el terreno, diseñan el edificio, definen sus preferencias arquitectónicas, que todo esté en la planta baja o con varios pisos, etc. Es decir, como si construyeran su propia casa.

Una vez que han planeado la construcción del edificio, organizan y participan también en la planificación de la comunidad y establecen las normas de convivencia. Hasta hace poco, este tipo de alojamiento se basaba en un modelo de cooperativa de consumo y servicios. Sin embargo, este tipo de proyecto se enfrenta a la realidad social en que los Seniors prefieren pagar por usarlo en lugar de poseerlo. Por eso, cada vez más inversores y operadores apuestan por el desarrollo y la compra de proyectos destinados al alquiler.

Lo interesante de este tipo de alojamiento es que cada vivienda es una casa completa con su propia cocina, baño, habitación, jardín o balcón individual, etc. Además, cuentan con amplias zonas comunes como jardín, comedor y cocina, lavandería, gimnasio o huerto; ¡hasta puede tener habitaciones de invitados!

Cada comunidad es libre de crear los espacios comunes que considere para hacer su vida más fácil y económica. Estos espacios estarán abiertos las 24 horas del día y se consideran una parte fundamental de la vida, tanto privada como comunitaria.

El senior cohousing tiene, al igual que las comunidades de propietarios, una reunión mensual en la que se toman las decisiones principales. No existe un tipo estándar de viviendas colaborativas para seniors, ya que cada comunidad tiene sus propias necesidades. A diferencia de una residencia, en las viviendas colaborativas cada residente gestiona todos los aspectos de su vida; es una autogestión total.

Tampoco es una estructura jerárquica, sino social. Todas las decisiones que se tomen se tomarán democráticamente.

En una vivienda colaborativa para seniors, cada residente tiene su propia fuente de ingresos. Al inicio del proyecto, cada persona aporta una cantidad de dinero para ponerlo en marcha y luego se define una cuota mensual para los gastos de la comunidad. En cualquier vivienda colaborativa, la viabilidad económica y la financiación es importante, así que se tendrá en cuenta la capacidad económica de cada residente para poder hacer frente desde el principio a todos los gastos que conlleva.

Lo que podemos destacar del senior cohousing o viviendas colaborativas para personas mayores es que pueden tomar sus propias decisiones, compartir momentos con personas de la misma edad, mismas aficiones y, sobre todo, que cada residente tiene la posibilidad de construir una comunidad a su medida para satisfacer sus necesidades y expectativas.