Residencia SANITAS en Madrid (28014)

Doy una estrella porque es imposible menos. Si apreciáis a vuestros familiares, alejaros de este centro. Masificación de pacientes, incompetencia médica y auxiliar, escaso personal, pésima calidad tanto del cuidado como de la calidad del mismo y de las comidas mejor ni hablamos. La moda es queso con membrillo cada vez que un interno no come o se queja. Por no hablar del descontrol con la organización e ingesta de medicación y la total dejadez una vez suben a los internos a sus habitaciones (a mi abuela tardaban entre 45 min y 1 hora en acostarla en su cama, esperando en la propia puerta de la habitación hasta que llamábamos para quejarnos, y eso que ella por problemas de cadera no podía estar mucho tiempo esperando en la silla de ruedas). La misma semana de su fallecimiento, tuve varias consultas con varios "médicos" ya que habían dejado de suministrarle (sin consentimiento ni conocimientos de nosotros, sus familiares) la medicación para que durmiese mejor. En general una vergüenza de gestión, tanto por parte de la dirección, la cual está totalmente predispuesta mientras no surjan problemas, pero en cuanto empiezas a observar todo lo que hacen prácticamente todos sus trabajadores y lo comentas, la cosa cambia y no nos interesan malas críticas ni mejoras. Por no hablar de su conocimiento del descontrol que existe tanto en lavandería como colocando los efectos personales de los internos, los cuales cobran amablemente 55 euros por marcarlo con nombre y apellidos a la entrada, pero después pierden continuamente si no están atento. Dos meses en encontrar 4 de las 5 cosas que nos faltaban cuando fuimos a recoger los efectos personales de mi abuela, de vergüenza, pero no parece importarles lo más mínimo. En mi última visita, pedí hablar con la dirección, a los 10 min, en recepción me dijeron que no podían atenderme en todo el día. Una prueba más del interés por lo que pasa en la residencia y de las preocupaciones de sus familiares. Después de dos recados, en dos semanas diferentes, aún estoy esperando que me llamen para interesarse, algo que evidentemente escasea. Sólo puedo tener buenas palabras sobre dos empleadas, las cuales han ayudado y luchado para que mi abuela mejorase y estuviese lo mejor posible durante su instancia así como aliviar nuestros continuos enfados por las barbaridades que allí suceden. Una vez se negaron a darle una botella de agua a mi abuela ya que tiraron durante la limpieza de la habitación la suya, y ella al no poseer dinero, ellos tampoco. Al comentarles por teléfono lo sucedido y pedirles que le llevaran por lo menos un vaso de agua, se lo llevaron, eso si, pero cuando ellos creyeron conveniente, como siempre, a su ritmo, aunque estaban avisados de que se estaba atragantando mientras hablaba conmigo por teléfono. La risa viene cuando les dejo una reclamación con todo lo sucedido, y no contentos con reirse a lo largo de la instancia de mi abuela, me contestan a la misma de forma condescendiente y casualmente firmado. ¿dónde está la dirección ? seguro que dando vueltecitas y paseos para mirar por encima que a nadie le pase nada en su presencia, sino está todo correcto. Voy a terminar comentando que para cobrar el dinerito si somos bien eficientes, ahora bien, cuando unos familiares reclaman responsabilidad y buenos gestos con su familiar, la cosa cambia bastante. Espero que esta reseña valga para que nadie mas sea tratado como lo fue mi abuela y para que huyan en dirección contraria a esta residencia denigrante y sin valores para cuidar a nadie. Pd: espero que Sanidad se encargue de llevar mi reclamación a buen puerto por Vía Consumo ya que a ustedes no les sirve para nada."

Es una residencia que esta muy completa de servicios y esta en un lugar muy bonito, sobretodo el jardin es maravilloso. Tiene un gran equipo de profesionales, pero deben mejorar algunos aspectos como la comunicacion entre familias y residentes, tener mas personal, en los turnos de dia y de noche.