La residencia la forman dos edificios no muy grandes unidos por un jardín, el aspecto de entrada es muy agradable, se nota que ha habido reformas recientemente. El edificio que visitamos tiene habitaciones dobles con baño a compartir, los espacios comunes no son muy grandes, hay varias salitas de estar/ tv. La cocina es casera. Realizan talleres cognitivos, laborterapia, servicio religioso, fisioterapia. Tienen 45 años de experiencia. La atención fue correcta.