Antigua masía, que luego fue un hospital psiquiátrico. Actualmente acoge a 43 residentes. Tanto las instalaciones como el mobiliario merecen una reforman, guardando ese aire antiguo tan especial que tiene. Lo mejor es un espléndido jardín que rodea la casa y un entorno de tranquilidad envidiable. La cocina es propia. Hacen múltiples actividades de terapia ocupacional, fisioterapia y salidas al exterior. Tienen una unidad de demencia. La atención fue buena.