Residencia bien comunicada, en el centro de Barcelona. Edificio de tres plantas, instalaciones y decoración nada destacables, sí que estaban limpias. Nos convence más tanto el trato que nos dan a nosotros como lo que nos explican. Su punto fuerte es el trato humano y cercano, el que conocen bien a cada uno de sus residentes y están muy atentos a su estado tanto emocional como físico. Hacen salidas al exterior y editan una revista bianual en la que relatan las actividades que han realizado. La cocina es casera y el trato muy bueno.