Casa en el barrio de Gracia de dos alturas, con muchas posibilidades si fuera reformada e invirtieran un poco en decoración. Cuando entramos huele a limpio. Las instalaciones modestas. Las habitaciones dobles con baño fuera de la habitación. Tienen un jardín que se accede desde el salón/comedor. Cocina de cáterin, al estar concertada con la generalitat imaginamos que tendrán a los técnicos que se exige. La atención fue cordial pero muy concisa. De sus 20 plazas 18 son concertadas.